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Breves Verdades

1- El producto no es lo que se vende. El producto es el cliente. Sí, el producto es el cliente en las empresas.

2- Las interconexiones que realicen las compañías tanto hacia afuera (negocios, asociaciones, marketing) como hacia adentro (que cada colaborador pueda entender y explicar el alcance holístico de su trabajo más allá de lo propio) son fundamentales para el avance y la innovación. Los líderes que no puedan guiar esta nueva variable estratégica como eje transversal en la empresa perderán relevancia en el mercado.

3- En los contexto complejos, como el actual, solo podemos entender lo que sucede en retrospectiva, no existen recetas previas para utilizar. Por esto, los líderes en vez de imponer un curso de acción a través de estilos de gestión con planes rígidos a prueba de fallos deben tener paciencia y esperar que el camino se revele para que surjan patrones informativos y luego tomar decisiones. Esto implica ejercer un liderazgo más experimental y entender el fracaso como parte esencial del proceso. Sin fracaso no hay innovación. Sin innovación, no hay empresa. Está es la verdad que se esconde detrás de la frase “fracasá rápido”.

4- La disonancia cognitiva es la peor barrera contra el progreso en las empresas. Quién no puede reconocer sus errores no puede avanzar. El avance se da a través de corregir los errores sucesivamente, así se logra la innovación. Quién no innove en gestión, procesos, customer experience, producto y modelos de negocios está destinando a desaparecer. Disonancia cognitiva e innovación son mutuamente excluyentes.

5- El estatus es un mecanismo de supervivencia. A simple vista, pareciera que las marcas de lujo no tienen mucho sentido en términos de supervivencia. Gastar un montón de dinero en algo que puede cumplir los mismos requisitos por menos plata (como abrigarse, transportar cosas en una cartera, trasladarse en un vehículo) no tiene sentido, pero la realidad es que pensamos esto porque no consideramos la importancia del estatus. El estatus en cualquier tribu es un mecanismo de supervivencia ya que proyecta una sensación de abundancia que puede servir para atraer a aliados poderosos, repeler potenciales enemigos y, si nos van las compañías superficiales, nos puede servir para atraer amigos o una pareja.

6- La tensión es la consecuencia de transitar entre las olas. No se trata de tener todas las respuestas, sino de surfear las olas, que son muchas y de distinta frecuencia e intensidad, y no quedan más alternativas que ir a buscarlas para que no nos pasen por encima y quedemos desencajados o ahogados. (Alejandro Melamed)

7- El contexto complejo no es solo un marco, implica pensar con nuevas reglas: tomar decisiones y actuar en beta, que no es tomar decisiones y actuar a ciegas. Es moverse en forma constante y estratégica en un entorno que no se detiene.

8- La velocidad del cambio en tantos frentes: ciencia, fabricación, naturaleza de la demanda, importancia de otras culturas, etc., es ahora tan grande que las organizaciones cerradas y uniformes ni siquiera pueden aspirar a ponerse al día. Un par de docenas de variedades de ideas no constituyen suficiente diversidad. Para que las organizaciones sean más adaptables, menos partidistas y más creativas, tienen que atraer a nuevos tipos de personas, o formar equipos que a simple vista no parezcan ser los más eficaces. (Stan Meyer)

9- Este nuevo mundo indeterminado premia la iniciativa sobre la repetición yla agilidad adaptativa sobre las fórmulas estereotipadas que nos trajeron hasta aquí. (Fabián Jalife )

10- La marca es la verdadera conexión entre las personas y los productos, es lo que conecta con los deseos e impulsa las decisiones de compra. ¿Pero cuál es la definición exacta de marca? Para responderlo es útil hacer este ejercicio: si hoy desaparecieran todos los locales, las fábricas y las personas que trabajan en Nike, la marca -eso que sentimos, pensamos e imaginamos cuando escuchamos su nombre- ¿Desaparecería?. No, por supuesto. Bueno, ESO es la marca. Si al hacer este ejercicio con tu empresa no tenés una respuesta clara, tenés un nombre, no una marca.

11- La intangibilidad es la variable estratégica más importante de la época. No solo puertas afuera de la empresa, también puertas adentro. Los colaboradores son tangibles en la nómina, pero su valor real radica en su intangibilidad: la forma de analizar, de pensar e interrelacionar hechos, datos, pareceres y accionar frente a los desafíos.

12- En innovación tecnológica y cambios sociales sobreestimamos el corto plazo y subestimamos el largo. Por eso las novedades nos toman por “sorpresa y desprevenidos”.

13- La humanidad, de la mano del homo sapiens, avanzó a partir de la posibilidad de contar historias. Esto les permitió a los seres humanos unirse en un número importante de personas, cooperar y crear todo lo que hoy conocemos. Todo lo que existe es producto de historias que nos contamos: el dinero, los vínculos familiares, la religión, los países, los cuadros de futbol, etc. Las marcas son creaciones intersubjetivas (algo en lo que todos creemos), por eso la narrativa que desarrolle la empresa es fundamental para conectar con las personas (clientes y colaboradores). Como marca estás vendiendo una historia, si nadie cree en tu historia no tenés nada.

14- Lo que nos trajo hasta acá no será lo que nos sirva de ahora en más para avanzar. Las habilidades de lectura, análisis e interpretación del contexto son fundamentales para cambiar el mindset y entender dónde nos encontramos. Para esto hay que practicar la humildad, transformarse en eternos aprendices y mejorar muestras capacidades de entendimiento en todos los campos no solo dentro de nuestra industria.

15- Todas las empresas venden intangibles independientemente de lo que salga de sus fábricas. El desafío, entonces, es materializar la intangibilidad de los productos y hacer de eso el centro del negocio.

16- El psicoanalista Jacques Lacan decía: “Mejor que renuncie quién no puede unir a su horizonte la subjetividad de su época”. Traducido en palabras simples: quién no entienda el contexto no puede tomar decisiones acertadas. Sobre esto Jalife dice: “Cuánto más conscientemente se abra el equipo de dirección a los escenarios del futuro, haciendo una inmersión activa en las tendencias, seteando las oportunidades y acelerando la adaptación o transformación de sus modelos de negocios, sus verticales de negocios, sus modelos operativos y sus paradigmas culturales, más ágilmente acelerará sus procesos de diseño y materialización del futuro. Por el contrario, quiénes se aferren al statu quo y se replieguen sobre sus antiguas recetas de éxito sin ponerlas en perspectiva considerando las nuevas tendencias tendrán procesos adaptativos más costosos y conflictivos”.

17- Walk the talk.