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Intangibles Tangibles

Frecuentemente, en estrategia se tiende a confundir lo intangible con lo opuesto a lo tangible. Sin embargo, las marcas más destacadas a nivel mundial, como BMW con su reciente comercial del i7, demuestran su capacidad para comercializar intangibles a través de la presentación detallada de sus productos físicos. No es necesario que el producto desaparezca de la vista; puede ser mostrado en detalle durante todo el anuncio y, aun así, comunicar un vasto mundo de significados.

Este enfoque evidencia que los intangibles no son antagónicos a los tangibles, sino que se complementan mutuamente. En el caso de BMW, el i7 no se limita a ser exhibido como un vehículo, sino que se presenta como un símbolo de lujo, innovación y avance tecnológico. Los elementos tangibles del automóvil, tales como su diseño elegante y su tecnología avanzada, están impregnados de significados que resuenan con las aspiraciones y emociones de los consumidores.

Las marcas que consiguen esta sinergia entre lo tangible y lo intangible son capaces de establecer una conexión más profunda con su audiencia. Venden más que un producto; ofrecen una experiencia, un estilo de vida, una promesa una garantía. Así, el automóvil se convierte en un medio para acceder a un universo de valores y percepciones que no solo fortalecen la identidad de la marca y fomentan la lealtad de los clientes, sino que también refuerzan la manera en que los consumidores desean sentirse y ser percibidos.

“Algunas personas creen que su futuro ya está escrito. Que cada camino está decidido y cada elección está predeterminada. Esto está dedicado a aquellos que toman el destino entre sus propias manos”

“El futuro se puede crear, moldear; convertir en un destino inspirado en el arte, construido sobre la innovación y elevado por un propósito.” BMW