La tripulación femenina de la línea ucraniana SkyUp reemplazó las faldas, blazers y tacos altos por trajes con pantalones naranja más cómodos. En lugar de tacos, usarán zapatillas Nike Air Max 720 como parte de la estrategia de la compañía para reducir el desperdicio y el impacto ambiental.
Junto con la actualización de vestuario, la compañía presentó una nueva paleta de maquillaje en azul y naranja que refleja el color del cielo durante el amanecer y el atardecer. Al mismo tiempo, ampliará las posibilidades de diferentes peinados, incluidas ondas sueltas, en lugar de mantenerse fiel al moño clásico.
«Antes de crear un nuevo concepto en colaboración con Frame Fashion Consultancy, profundizamos en la historia y analizamos la evolución global del uniforme de los auxiliares de vuelo desde principios de la década de 1930. Cambió dependiendo del papel que desempeñaba la tripulación en el vuelo» dice Marianna Grigorash, directora del departamento de marketing de SkyUp Airlines.
«Invitamos a diseñadores de moda ucranianos a crear los uniformes: la marca GUDU para desarrollar el traje y la marca GUNIA PROJECT para encontrar la estampa perfecta para el pañuelo de seda» dice Olga Tsaregradskaya, curadora del proyecto.
¿Qué es lo importante de esto?
Los outfits comenzaron a modificarse profundamente según el uso y la comodidad dejando de representar algo en sí mismo y a priori como un rango laboral, seriedad, distinción y profesionalismo. Estamos en presencia del nacimiento de la nueva formalidad que deja atrás las clásicas reglas de etiqueta.
Hoy los lugares de trabajo son muy distintos entre sí, mucho mas informales -reuniones en bares, coworkings, zoom- y el día de las personas está plagado de distintos eventos, por eso las prendas comienzan a adaptarse a estos nuevos requerimientos. El inicio de este cambio es multifactorial y uno es la generación que hace ya unas décadas comenzó a trabajar en tecnología, quienes nunca usaron camisa y corbata y eso trajo la posibilidad de mirar las prendas de trabajo con mas flexibilidad y comodidad. Algunos de estos referentes fueron Steve Jobs, Richard Brandson y Mark Zuckerberg. De esta forma, las personas comenzaron a cuestionarse la comodidad de las prendas de trabajo y desmitificar el status que estas les otorgaban.
Para el 43% de los participantes en una encuesta británica, los trajes de negocios ya no tienen sentido en las oficinas modernas.
El traje clásico no va a desaparecer, pero sí va a quedar para ciertas profesiones o puestos directivos. Hoy el profesionalismo y el status no se asocian con el uso de un determinado tipo de prenda, por eso las marcas mas reconocidas resignifican continuamente sus outfits formales como sucede con la morfología del traje masculino, con líneas mas holgadas, sin corbata, en colores o estampados antes impensados y con la posibilidad de combinarlo con zapatillas, ojotas o sandalias.
Daniela De Sousa Mendes