Hace unos días leo esta noticia:
“Hace 20 años que Inditex abrió en Palafolls (Barcelona) su primera tienda for&from, una red de outlets de sus distintas franquicias que da empleo a personas con discapacidad y trastornos mentales. Hoy son 15 los establecimientos que funcionan bajo este concepto —14 en España y uno en Italia—, todos gestionados íntegramente por organizaciones especializadas. Zara Home ha sido la última en unirse a la lista.
La marca de interiorismo y hogar de Inditex inauguró este jueves en el centro comercial San Sebastián de los Reyes The Style Outlets de Madrid un espacio en el que trabaja un equipo de 14 personas con diferentes tipos de discapacidad física y sensorial, intelectual y psíquica, y que ofrece artículos de campañas anteriores a precios reducidos. «Este trabajo es sobre todo una gran oportunidad que me permite realizarme personal y profesionalmente, un gran aprendizaje de vida», valora Marisa, a la que hace 13 años le diagnosticaron una enfermedad visual degenerativa. Ahora, destaca, se levanta cada día con una ilusión y tiene compañeros que pueden llegar a convertirse algún día en amigos. A sus 45 años, con una vida que siempre ha girado en torno a la moda, considera que este proyecto «consigue normalizar las discapacidades y demostrar que no impiden desarrollar un trabajo de manera profesional».”
Termino de leer y pienso ¿está realmente tan bien?¿Qué significa diversidad, equidad, inclusión y pertenencia (DEI&B) en estos tiempos? ¿Es lo mismo que significaba hace algunos años atrás? ¿Por qué?
Para resolver este interrogante lo primero debemos hacer es entender y eso se logra colocándonos realmente en los zapatos de las personas con discapacidad. No me refiero a pensar como si fuésemos ellas, sino a sentir y vivir el mundo tal como lo hacen ellas.
En una encuesta global para Wunderman Thompson, el 90 % de las personas dijo que la igualdad ahora es un asunto de todos, y el 75 % dice que las empresas y las marcas deben desempeñar un papel relevante en la resolución de grandes desafíos sociales como la inclusión y la justicia social.
La empatía, la comprensión y la acción son los activos más importantes con los que deben contar las empresas si quieren seguir siendo relevantes y maximizar ganancias los próximos años. Deben comprender que la identidad de las personas es interseccional, es decir, las distintas identidades de las personas se combinan en algo más grande que la suma de las partes. Por ejemplo: mujer, género fluido, discapacitada, latina, viviendo en Europa.
“La interseccionalidad es tan importante porque la gente no se da cuenta que los grupos de personas pueden verse marginadas de muchas maneras. Entonces, si bien todos somos muy conscientes de la diversidad, la equidad y la inclusión, a veces se puede enfocar de manera limitada en una dimensión sobre la otra.” Dice Madeline Di Nonno, presidenta y directora ejecutiva, Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios.
Las marcas son agentes fundamentales en la configuración de la cultura, por eso su poder para promover prácticas inclusivas y espacios equitativos es fundamental. Para cumplir realmente con la equidad, la inclusión, la diversidad y la pertenencia (DEI&B), las empresas deben ser empáticas con las luchas en el mundo real de las personas y usar su poder de difusión y modelado de la cultura para desarmar los mecanismos de discriminación enquistados en la sociedad desde hace décadas.
Eliza Hull, es música, escritora, madre y tiene una discapacidad neurológica llamada ‘Charcot Marie Tooth’, que afecta su sistema nervioso. Esto no le impide mantenerse muy activa como defensora de los derechos de las personas con discapacidad y explica que las marcas pueden generar grandes oportunidades al hacer que los lugares sean más cómodos para las personas con discapacidad. Explica que al crear más accesos, ya sea con intérpretes, subtítulos, imágenes, descripciones, espacios laxos para personas autistas, eventos y espectáculos relajados, las empresas verán una gran diferencia. Cierra con la frase “Tenemos dinero para gastar, somos como todos los demás y queremos ser incluidos. Una vez que empiecen a invitarnos creando nuevas formas de accesibilidad a su producto o evento, iremos.”
“La inclusión es el acto de hacer que los procesos o estructuras sean inclusivos para otras personas. No se trata solo de agregar otra silla a la mesa, sino de rediseñar esa mesa. Es asegurarse de crear un entorno que sea un campo de juego nivelado”. Leng Montgomery, consultor senior de DE&I.
Es un buen comienzo incluir personas con distintas discapacidades en locales para promover la diversidad en ámbitos de atención al cliente pero no pueden quedar en ese único punto las iniciativas de las empresas. No estoy de acuerdo en que sea tan buena idea que estén todos juntos a modo de conglomerado sectorizado, de alguna forma termina siendo una variante de discriminación positiva. Sería más importante reforzar los conceptos de equidad, inclusión y pertenencia compartiendo espacios y actividades con el resto. Además, esos espacios compartidos deben estar totalmente adaptados a todas las personas. Ese es el verdadero significado de inclusión hoy.
El mayor problema que tienen las personas con discapacidad no es su imposibilidad para adaptarse al mundo, es que nosotros no estamos diseñando un mundo adaptado a ellos. No es un simple juego de palabras, es un cambio radical en la forma de pensar e involucrarnos.
Nuestro deber como personas y empresas es achicar la brecha al máximo entre hacer algo “para” y hacer algo “con”. Entre ser espectadores y protagonistas del cambio. Sabemos que podemos hacerlo mejor, hagámoslo. Las próximas generaciones y las persona que nos importan nos están mirando.
Daniela De Sousa Mendes
