El fin de semana apareció este post en Marni y generó furor. No es el único ni el primero. Muchas marcas de moda desde hace un tiempo utilizan a personas adultas mayores como modelos para promocionar su ropa en distintas ocasiones.
Esto tiene que ver con un cambio fundamental en el consumidor: ya no es posible pensar con tanta claridad que cierta conducta pertenece a determinada edad. Esto tiene que ver con la aparición de comportamientos transversales en las personas, o sea, una forma de actuar que en teoría (la vieja teoría) no corresponde a la edad.
La moda entendió esta tendencia muy rápidamente y se apoderó de uno de de esos comportamientos transversales: personas de mas de 60 años que se transformaron en íconos por su estilo personal. Arriba ves la imagen de la profesora universitaria Lyn Slater en una gráfica. Ella tenía un blog llamado Accidental Icon (hoy devenido en su instagram Icon Accidental) donde posaba con la ropa que le gustaba; en 2017 Mango la vió y la llamó para su campaña Uniquenes y de allí saltó al reconocimiento mundial siendo una de las primeras junto a Iris Apfel.
Hace 8 meses IKEA lanzó su marca de ropa llamada EFTERTRÄDA que en sueco significa “triunfar” y para mostrarla seleccionó en Chinatown a personas de mas de 70 años porque creen que por su estilo “irradian frescura sin esfuerzo”
¿Qué es lo importante de esto?
La moda se apropia de este comportamiento transversal por una razón mas importante que algo estético o llamativo. Hoy el cambio de paradigma muestra que la modernidad no tiene que ver con una fecha de nacimiento. La modernidad, al igual que la belleza, hoy tienen que ver con lo actitudinal, con lo propio, lo constitutivo de cada persona y la manera de presentarlo frente al mundo, o mejor dicho, performar.
Estas marcas que eligen personas adultas mayores para mostrar sus prendas se apoyan en lo que transmiten, en su historia y su forma de vida, no en la imagen, eso ya no es modernidad. Hoy modernidad es sinónimo de diversidad y autoexpresión.
Daniela De Sousa Mendes